martes, 5 de octubre de 2010

#9 Gusito sinergético del reverso tenebroso.

Pos ale, desde las nueve que llevo metiendo mi vida en cajas de cartón. Voy a tomarme un ratito de descanso. Aprovechando que hoy no tengo que hacer la comida, que ya la hice ayer, os paso la receta de este estupendo plato. Un guiso de los de toda la vida, con su carne, su clavo y su olorcito a cocina de abuela. Si no os apetece algo de esto con el fresquito que empieza a pretar es que no sois de esta tierra, men. Y como decía Voltaire: ¿Nuvelle cuisine? tontainas ha habido siempre.
Dejadme que me lavo las manos y nos ponemos manos a la obra con este peazo de

Guisito sinergético del reverso tenebroso

Tiempo: Puff... de dos horas mínimo pa alante.
Dificultad: poquita, poquita, vamos a ponerle un 4.

Ingredientes (para 6-8 personas o varios días)

-400 grs. de magro de cerdo en tacos.
-400 grs. de ternera para guisar.
-2 latas medianas de guisantes.
-Una pastilla de doble caldo starlux.
-Una zanahoria grande.
-Cebolla y ajo en polvo.
-Media botella de tinto de calidad. Un Rioja en condi o un cencibel mancheguito de categoría.
-100 grs. de mantequilla.
-Un chorro de vino blanco.
-Tomate frito.
-Laurel.
-Clavos (de los de especia, ¿eh?, no me seais brutos y uséis de carpintería...).
-Sal y pimienta.
-Puré de patatas (en la receta 8 ya os dije como hacerlo rapidíto y fácil, no vamos a repetirnos con eso).

Elaboración:

1. La carne.
-Lavamos bien la carne para que no afee el guiso con la espuma de las impurezas respetando el tocinillo que pueda traer, que le va a dar gracia al guiso.
-Mientras, ponemos una sartén al fuego con un puñado de mantequilla, nada de aceite, y la dejamos fundir.
-Una vez fundida, marcamos la carne de cerdo friéndola un poco hasta que coja color doradito por todos sus lados. Una vez marcado el primer lado, le echamos un puñado de sal, pimienta molida y cebolla en polvo.
-Cuando esté todo marcado sin llegar a cocinarlo del todo (recordad que la idea es sellar la carne para que no pierda jugo. Ya luego la cocinaremos en la olla) echamos un chorro de vino blanco para que pille el juguito que se haya quedao en la sartén. Lo dejamos burbujear unos segundos y volcamos todo el contenido de la sartén en una olla grande.
-Repetimos la operación hasta haber terminado con el cerdo, y hacemos lo mismo con la ternera, cambiando el vino blanco por un chorro de tinto.

2.- Los guisantes y la zanahoria.
-En la misma sartén echamos las dos latas de guisantes bien escurridos y la zanahoria peladita y cortada en rodajas o tacos, lo que prefiráis. En cuanto empiece a coger tono, echamos una pastilla de doble caldo starlux (sí, tiene que ser de marca, todavía no he encontrado ninguno que se le parezca ni remotamente) y un puñado de cebolla en polvo.
-En cuanto la pastilla de caldo se disuelva lo echamos en la olla junto a la carne.

3.- El guiso.
-Añadimos lo que nos quede de mantequilla a la olla si la carne tiene poca grasa. Si tiene mucha, mejor que cambiéis de carnicería. Luego echamos tres hojas de laurel (ojo, laurel seco, que el fresco se carga el guiso al ser tan fragante. Si sólo tenéis fresco, metedlo un rato al microndas envuelto en papel de cocina, limpiadlo bien en agua y echad una sola hoja).
-Añadimos tres o cuatro clavos y un chorro escaso de tomate frito. Como tres cucharadas grandes, ya que sólo es para darle un toquecillo ácido, pues el vino que vamos a usar es más bien prudente con el paladar.
-Y llega la hora del vino. En principio basta con la media botella, pero a veces sobra o hace falta más. El truco es que el vino cubra el contenido de la olla (la carne, los guisantes, etc.). Probadlo por si hubiera que rectificar de sal. A unas bravas podéis echarle otra pastilla de caldo, pero en principio no es necesario.
-Encedemos el fuego al mínimo y lo dejamos cocer tapado a fuego lentismo durante un mínimo de hora y media-dos horas. Lo mejor es que saquéis un trozo de carne antes de servir y veais si se rompe con la cuchara. Si es que no, dejadlo un poco más. Ahm, y una vez sacado del fuego dejadlo reposar unos minutos tapado, como si fuera una paella, pero con la tapa un poco inclinada en vez de con un paño.

4.- Presentación:
-Servir con un buen puré de patatas, una parrillada de verduras semi-cruditess o unas patatas al horno bien blanditas. También podéis ser originales y ponerlo junto a una buena tortilla de papas caseras, unos boniatos a las brasas o incluso un puré de castañas saladito; podéis servirlo bajo un techo de espárragos verdes a la leña, sobre una tosta de pan de pueblo bien caliente o rodeados de champiñones al horno con un toque de ibérico que le dé el punto de sal. Como suele decirse: El poder es vuestro.


Trucos:
-Tened en cuenta que la carne de ternera en esta situación tiene dos puntos de ternura: la clásica que se obtiene al hacerla a la parrilla o plancha; y la de guiso. La de guiso tiene varios estadíos: Primero se pone tierna sin romper las fibras musculares, luego se endurece muchísimo a raiz del calor, y a partir de la hora de cocción, comienza a soltarse dando una textura impresionante.
-Esta es la base de cualquier guiso. Podéis añadirle a la cocción nabo, apio, col, patatas cortadas en cachelos (tacos gordos, vamos), tomate natural, hinojo si os gusta el punto anisado... Vamos, que lo de aquí es solo el principio, ahora tenéis que improvisar. 
-Como todo buen guiso, cuanto más tiempo pasa, más bueno está, pero no os dejéis llevar por la emoción. En época de frío puede aguantar hasta cuatro días en la nevera, pero es mejor congelarlo por si las moscas.
-La salsa sobrante con los guisantes y las zanahorias podéis batirla y obtendréis una deliciosa crema o una estupenda salsa para bocadillos.

Alternativa comehierbas:
-Estoy seguro que hay alguna, pero me parece un sacrilegio buscar una alternativa vegetariana a este estupendo menú. Francamente, colegas abraza-árboles, con todo mi respeto hacia vuestra dieta, os estáis perdiendo algo muy grande.

Y eso es todo. Si ya vivís solitos, echadle un "try" a este plato, que de verdad que es de los buenos. Eso sí, acordaos de quitar el laurel al servirlo y estad al liqui de los clavos, que como mordáis uno se os va a ir el día a hacer gárgaras.
Ale, a seguir metiendo cosas en cajas, parezco Pocoyó. 

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