lunes, 16 de agosto de 2010

#8 Básicos: chuletitas con puré al vino.

Empezaron las vacaciones. Hoy está cayendo la del pulpo en la city, así que no sé si al final iremos a la feria o nos quedaremos por aquí tomando una copilla (oh, acabo de encontrar un tekila mejicano estupendo en Aldi... ¡¡Un Jalisco puro!! No veo la hora de probarlo bien frío). Sea como sea, en siete días nos vamos a Cádiz y luego, si Dios quiere, empezaremos con la mudanza, así que lo mismo dejo esto abandonaillo a finales de agosto principios de septiembre (hasta que contratemos el inet en la kely nueva). De todas formas no os preocupéis, avisaré con tiempo.


Mientras llega ese día, aprovechando que sigo aquí, os voy a pasar un básico muy resultón a partir del cual podéis crear mil y una recetas deliciosas: las chuletas al vino. Es útil para carnes y pescados, chuletas, filetes, salchichas, pechuga de pollo... y un largo etc. Sólo acordáos de cambiar el vino blanco por tinto cuando vayáis a trabajar con caza. Y el puré... bueno, ese siempre te saca de un apuro, y con este sistema queda de rechupete. Hacedme caso: parece una chorrada, ES una chorrada, pero váis a conseguir un resultado estupendo en poco tiempo, con mínimo esfuerzo y, lo que es importante, por tres duros.

Ale, y ya está el plato presentado, ya he utilizado un par de palabras horteras y sólo me queda dedicar este plato a Patri (Mei) que me ha mandado una foto de su interpretación de la receta número 7. Molan estas sorpresas al despertar.
¡¡Al lío!!

Chuletas de lomo al vino con puré de papas.



Complejidad: 4/10
Tiempo: 15 min.

Ingredientes:
-Chuletas de lomo de cerdo (o filetes, o chuletas de aguja... lo que queráis y en la cantidad que os guste).
-Ajo en polvo.
-Perejil fresco.
-Aceite de girasol (sí, de girasol. Antes de irme voy a tener que escribiros un par de cositas acerca del aceite de oliva, aunque no voy a hacer amigos precisamente).
-Sal.
-Pimienta negra.
-Vino blanco.

Para el puré.
-Copos de puré de patatas.
-Leche entera.
-Mantequilla con sal.
-Guisantes.
-Queso gouda.

Elaboración:
-Como veréis aquí no os he hablado de cantidades. Básicamente porque siempre me ha parecido una chorrada, cada uno sabe cuánto come y cómo le gusta comer. No obstante, para que hagáis vuestros cálculos, voy a explicaros la receta con ingredentes para una persona. ¿Ok? Pues al lío, que se hace tarde, sigue lloviendo, y tengo al Batman con cara de palo "metío" en la consola esperándome para darle de patadas en el coco al Jocker.

1.-Las chuletas:
-Ponemos una sartén al fuego fuerte y echamos un buen chorro de aceite de girasol. Es importante que sea de girasol porque mezcla mucho mejor con el vino blanco. Cuando el aceite esté caliente echamos un par de chuletas y esperamos a que se pongan doraditas por un lado.
-Una vez tostaditas por un lado les damos la vuelta y las espolvoreamos con un buen puñado de sal un buen pellizco de pimienta negra y el perejil (puede ser picado, pero mejor si es en hojas). Echamos también el ajo en polvo. Es importante que sea en polvo porque al tener el fuego fuerte el ajo crudo se quemaría. Y es importante tener el fuego fuerte para que el tocinillo de la carne quede churruscadito y delicioso. ¿Lo véis? Todo encaja.
-Cuando la otra parte de las chuletas esté doradita, bajamos el fuego al mínimo y echamos un buen chorro de vino blanco, como medio vasito, más o menos. Esperamos 50 segundos más o menos y volvemos a subir el fuego hasta dejarlo a fuego medio. Esto lo hacemos porque al echar el vino en la sartén ésta empieza a chisporrotear, y si tenemos el fuego alto puede salir ardiendo y prender fuego a la cocina (si alguna vez os pasa, ahogad el fuego con una tapa o un paño, no le echéis agua o la liáis). Váis a flipar con el aroma que va a salir de la sartén.
-Ahora es cuestión de gustos: Cuanto más tiempo dejéis el guisillo, más tierna saldrá la carne, pero el vino se irá evaporando y habrá que echarle más vino según desaparece. Podéis dejarlo cinco minutillos y, si véis que ya no huele a dulzón, añadirle un segundo chorro y sacarlo a los dos minutillos.
-Y listos, ya tenéis vuestras chuletas al vino. Ricas, ¿eh?


2.- El puré.
La verdad es que hacer puré con copos es una cutrada. Lo suyo es hervir las papas durante un buen rato y luego mezclarlas con la leche y la mantequilla. Sin embargo, si lo hacéis con cuidado el puré en copos os puede salir estupendo, sólo es cuestión de paciencia y mimo. Y lo tendréis listos en cinco minutos. Mola, ¿no? Pues al lío:
-Ponemos a calentar leche y un poco de agua en un cazo al fuego o un recipiente al microondas. Los fabricantes suelen aconsejar medio litro de agua y un cuarto de leche. Yo echo un buen chorro de leche entera, pasando de cantidades y un chorrillo de agua fría. Luego lo voy midiendo echando el puré poco a poco. De todas formas, si lo váis a hacer según el fabricante, echad siempre más leche que agua, y que sea leche entera, que sale mil veces mejor. Antes de poner la leche y el agua a calentar echadle un buen puñado de sal (pero un buen puñado, ¿eh?) y algunas especias. Vale ajo en polvo, un poco de pimentón ahumado, tomillo y romero, pimienta... lo importante es que le déis a la leche un punto especial, que sea diferente. probadlo con lo que más os guste.
-Calentamos la leche hasta que parezca que va a hervir, o cuatro minutos a pleno rendimiento en el microondas.
-Sacamos la leche del fuego y le echamos los copos muy poco a poco sin dejar de remover. Cuando esté espeso y los copos de arriba estén secos dejamos de echar. Seguimos removiendo hasta humedecerlos y le echamos una buena cucharada de mantequilla con sal y un puñado de tacos de queso gouda. uhm... ¿cómo cincuenta-sesenta grs.? Sí, más o menos eso. (Coño! Acaba de caer un trueno en la azotea). Con el queso y la mantequilla seguimos removiendo hasta que el puré se agarre a la cuchara y se despegue fácil del recipiente. Qudará una mezcla de textura esponjosa y compacta, muy parecida a la del puré tradicional.
-Entonces le echamos los guisantes y los mezclamos bien.
Y listos. Ya tenemos los dos platos echos. Parecen una chorada, son una chorrada, pero es la base de mil y una recetas mucho más complicadas. Y os van a sacar de muchos apuros, así que dadle caña al fuego.

Trucos:
-La salsita que queda de freir/cocer la carne es estupenda para arroces y pastas. Reservadla para utilizadla más adelante, pero no olvidéis echarle una buena cucharada al puré por encima cuando sirváis el plato.
-El puré de patatas es un aliado brutal para los días de frío. Si queréis tomar un puré bueno de verdad en un día de frío echadle algo más de queso (un poco de queso azul o de parmesano rallado, por ejemplo) añadid al final tacos de jamón serrano, cocido, chorizo carnoso o beicon y regadlo con una salsa de crema agria (nata fresca del mercadona) con cebollita en vinagre bien picadita y jugo de limón. Es una receta neoyorquina, y bien buena que está.
-Si utilizáis carne roja o de caza usad vino tinto en vez de vino blanco.

Alternativa Comehierba:
Cambiad la carne por un buen revuelto de setas. Una macedonia de setitas que lleve shiitake, rovellones, champiñones, trompetas de los muertos, hongos... Y en vez de vino tinto echadle un rosado espumoso... un lambrusco, por ejemplo.
Delicioso.


Y eso es todo. Dadle a la sartén con ritmo y no os empapéis demasiado bajo la lluvia. Nos vemos mañana por aquí.

1 comentario:

  1. holaaa, por fin e visto esta riquisima receta perdona pero entre unas cosas y otras al final ....., bueno q te voy a contar me conoces de sobra , la receta me encanta (lo qe tiene de sencilla lo tiene de buenisima) un besito muy grande

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