Y es que... hay tres cosas en este mundo que me molestan de verdad. Bueno, no, cinco. Este... ¿doce?. Oh, de acuerdo, me molesta casi todo, soy la persona más irritable del mundo, pero entre esas cosas hay una que me cabrea una barbaridad, y es que se metan con mi especie (los seres humanos, quiero decir, no la de los tíos calvos con barba, que eso es otra historia). Y si hay algo que se meta de verdad con las personas llamándolas idiotas, imbéciles y riéndose en nuestra cara, esto es la publicidad. Especialmente la que sale en la tele.
¿Me váis siguiendo?
Guay. Precisamente el otro día, justo después de tragarme las dos horas y pico infumables de los Tennembaun, pusieron dos anuncios seguidos que me hicieron reír a carcajadas por no llorar a moco tendido. El primero era de agua, el de la ecoligera de Daniel, ya sabéis cuál os digo, ese en el que sale un mocoso en clase explicando que su familia es super ecológica y ahorra una barbaridad porque compran la garrafa de la marca "x" (que es la forma de decir la marca pero en tapadillo. Así me ahorro tener que escribir Fontvella).
Dejando aparte las ganas de llamar a los de asuntos sociales para que le retiren la custodia a los padres del chiquillo que hace de actor, que en el anuncio está tranformado en un maniquí amanerado tan brutalmente edulcorado que él solito podría cargarse a toda una convención de diabéticos; el hecho es que anuncian el producto como una idea super novedosa porque:
a) tiene 6,25l.
b) está envasada en material ecológico.
c) sale más barata que comprarla a golpe de litros por separado.
Guay.
El segundo anuncio, curiosamente, era el de... no recuerdo su nombre. Esos que dicen que están ahí para controlar que la publicidad sea sana y veraz, para que los canales no se pasen del tiempo fijado y para llevarse las subvenciones de sus primos del gobierno.
Después de estos dos anuncios me levanté y me fui a la cocina para echarle un vistazo a la garrafa de agua que solemos comprar normalmente, una de esas de super que cuesta unos 60 cent.
Descubrí que:
a) tiene 6,5l (un cuarto de litro más que la de "x", que ya hemos dicho que es Fontvella).
b) está envasada en material ecológico.
c) sale más barata que comprarla a golpe de litros por separado.
Y por supuesto, bravo por esos tíos tan majos que se preocupan de que la publicidad sea sana y veraz.
Se están cubriendo de gloria; eso sí, a costa de nuestros bolsillos. Al fin y al cabo, ¿a quién le importa?
Lo primero, acuérdate de que la persona más irritable del mundo soy yo.
ResponderEliminarNo sé ni por qué miras los anuncios, yo después de las campañas contra las marcas blancas he dado por supuesto de que quien manda son las grandes compañías y que da igual lo mejor que pueda ser tu garrafa de 60 céntimos porque la de la marca "x", siempre va a ser mejor, no por nada si no porque ellos tienen dinero para publicitarse.
Pero esto es de lógica ¿no?
Y en cuanto a anuncios de publicidad a mí me gustaba el de que la educación era responsabilidad de todos. He de decir que aunque esto sea cierto el 50% de la educación es responsabilidad de los padres. No se puede culpar de cómo salga un niño, de un anuncio, de un profesor o de un libro. Pueden influir pero lo dicho...
En fin, haber si puedo hablar contigo hoy, que me estoy yendo todos los días por ahí y llego a las mil.
Pásatelo bien en la piscina.
Pues nosotros estamos de acuerdo con vos, por cierto salimos como anonimos pero somos Patry y Danny, es que paso de crearme una cuenta de blogspot o lo que haya que hacer para que salgan nuestros nombres. Ademas nosotros tambien compramos tu ecoligera, la del mercadona (no porque patry y toda su familia esten metidas en esa secta, Esperemos que no lo vea Juanpa que si no, no la llama más JAJA) es más podriamos protagonizar vos y yo un anuncio de la ecoligera de Danny y Rafa, podria quedar muy cachondo si lo hacemos un sabado sobre las 5 de la mañana despues de una botella de whiskey. Bueno, te voy dejando, nos vemos en media horita que me voy a hacer la comida, un beso de los 2.
ResponderEliminarquiero más artículos de opinión. Sembrao... estás sembrao y más razón que un santo.
ResponderEliminarOle tus cohones, pisha
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